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Zona de Azar Argentina – Mendoza: Preocupa el Acceso de Menores al Juegos de Azar Online

Mendoza.-  12 de Septiembre de 2023 www.zonadeazar.com [1]  Los chicos hoy tienen acceso a todo a un solo click de distancia. El celular es parte de sus vidas, en todos los ámbitos, incluso en las escuelas.

Esta realidad,  puede tener grandes ventajas para los jóvenes , como importantes riesgos y peligros; entre ellos, el acceso a juegos de azar online que  con más adeptos, se da en adolescentes menores de edad.

Esta situación es advertida por las propias autoridades de algunos colegios de Mendoza, que buscan poner en alerta a los padres o adultos responsables de los jóvenes para prevenir el delito.

Sí, porque las apuestas de cualquier índole y mediante cualquier formato, están prohibidas para menores de 18 años. El tema es que el juego clandestino existe, y también existe en internet.

“Juego tres o cuatro veces por semana porque no tengo otra cosa que hacer y quiero ganar mucha plata, aunque eso no pasa muy seguido”, confiesa un joven de 18 años que hace dos descubrió la ruleta online. Y se sincera: “Muchas veces pienso que yo controlo el juego, pero me doy cuenta que no, que él me controla a mí”.

Esta persona, que empezó a jugar siendo menor y lo hacía en los recreos del colegio, sabe qué es la ludopatía –adicción al juego de azar- y desea: “Ojalá nunca tenga esa enfermedad”.

Entre otros testimonios recogidos, se encuentra el de un alumno de tercer año de la secundaria, que reconoce jugar “unos 1.000 o 2.000 pesos” por fin de semana, “para divertirme con amigos”; aunque cuenta que “últimamente también jugamos en clase, algunas veces que estamos aburridos”.

Todos advierten que no ganan mucho más dinero del que van poniendo, “porque algunos juegos no te dejan retirarlo de una”; y que las apuestas deportivas –sobre todo, el fútbol- están entre los juegos más buscados.

De fácil acceso, también se juega en el aula

¿Y cómo acceden los menores de edad a estos juegos clandestinos? Muy fácil: “Te pasan un link del juego y un contacto de Whatsapp; escribís pidiendo que querés crearte una cuenta y te responden; te pasan un CBU para que depositen la plata y el usuario y contraseña, y listo; no te piden más nada ni verifican tu edad”, describe el paso a paso uno de los tantos jóvenes que juegan en la web, apostando dinero desde sus billeteras virtuales como –la más popular- Mercado Pago.

Otro aclara que hay sitios que te permiten retirar la ganancia al instante y otros que no “porque te ponen un mínimo para retirar”, con lo cual eso hace que mantengan “atrapado” al jugador.

Lo que debe saber el jugador es, además de que necesita ser mayor de edad para jugar, que hay sitios legales adonde hacerlo y mantenerse a salvo de estafas virtuales o robo de datos personales y financieros. Además, estas plataformas están reguladas y controladas por el Estado, por lo cual aplican medidas de seguridad para el usuario y mecanismos de bloqueo a jugadores que muestren comportamientos compulsivos para prevenir la ludopatía.

En cuanto al acceso de jóvenes de entre 13 y 17 años, algunos establecimientos educativos privados de la provincia han empezado a enviar comunicados a los padres o adultos responsables de esos menores, ya que han detectado dentro de las aulas “alumnos que comentan su participación en juegos de azar de manera online”.

Al tiempo que recomiendan un mayor control y seguimiento de los celulares de los chicos y las aplicaciones que descargan para jugar y apostar dinero, tanto como los movimientos en sus billeteras virtuales o en las tarjetas de débito o crédito a las que ellos tengan acceso y facilite la transferencia de dinero.

Efecto pandemia y regulación provincial

El auge de los juegos de azar online se dio durante la pandemia. Y una vez pasada la crisis sanitaria mundial, estas aplicaciones mantuvieron su vigencia y hasta se multiplicaron. La ruleta, los tragamonedas (o juegos de slot) y el blackjack son los juegos más populares; aunque tras el fenómeno mundialista del año pasado crecieron las apuestas virtuales en el mundo del deporte, como el fútbol.

La regulación de esta industria en nuestro país es diferente a la que tienen otros países de Latinoamérica, pues en Argentina no existe una ley federal que regule las plataformas y cada provincia es autónoma. Mendoza tiene su propia reglamentación.

En abril pasado, a través del Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJyC) , el Gobierno anunció la habilitación –licitación mediante- de cinco casinos autorizados a trabajar en internet. Tienen 10 años de licencia para desarrollar sus juegos de azar y apuestas deportivas online.

Con esta regulación oficial, lo que se ofrece son garantías para evitar estafas y mecanismos de control para que los menores de edad queden excluidos. Además, los sitios ofrecen al usuario herramientas para reconocer síntomas de ludopatía y por ende el sistema los “autoexcluye” durante un determinado tiempo de las plataformas legales de juegos online.

Todas las patas involucradas en este negocio –empresarios, organismos públicos y jugadores- coinciden en que la promulgación de leyes favorece la operación de plataformas digitales de juegos y apuestas, ya que conlleva beneficios tanto al jugador, al operador como a las autoridades gubernamentales que reciben hasta el 14 por ciento de lo que recaudan los sitios autorizados.

¿Qué opinan las plataformas legales?

Una de las plataformas que ganó la licitación es Súper 7, empresa del sur mendocino compuesta por Ivisa (hace la transmisión de datos de las apuestas que se realizan en las agencias de quiniela local) y Hotelera Emprender (que tiene el Casino del Tower Inn & Suites de San Rafael, el hotel y casino de Malargüe Inn & Suites, y gestiona la sala de General Alvear).

“El instituto (IPJyC) es el que regula, controla, y nosotros brindamos todo lo necesario para un juego seguro; de ahí que es imposible que un menor de edad acceda a nuestros juegos en línea, excepto que lo haga desde el celular de su papá o su mamá”, explica Roxana Crisafulli, del área de Marketing de Súper 7. Y en este sentido, alerta a los adultos a “ser responsables y aplicar claves o bloqueos en sus aparatos por donde juegan para que nadie puede ingresar por ellos”.

De todos modos, en el caso de este sitio de juegos de azar su fuerte sigue estando en los casinos físicos: “La mayoría de nuestros clientes son conocidos, nos movemos con clientela en el sur de Mendoza, con el objetivo de acortar las distancias y que nuestro cliente que puede venir solo los fines de semana al casino, también pueda jugar desde su celular o computadora algún día de la semana”.

“Hacemos campañas a nuestros jugadores para difundir estrategias como la de tener claves en sus celulares para que los menores no ingresen, recomendamos controlar las horas de celular de sus hijos, porque sabemos que esto que me contás, ocurre”, comenta Crisafulli acerca del juego clandestino al que puede acceder un joven menor de edad. Y pide que “el Estado también pueda brindar atención a jóvenes o padres que ya están involucrados en el problema para ayudarlos, porque todo puede ocurrir cuando te manejás en la ilegalidad”.

La referente de Súper 7 afirma que “el instituto (de Juegos y Casinos de Mendoza) licitó justamente para que en internet haya juego legal, y de este modo empezar a acabar con el juego clandestino”. Entre las medidas que exigió el Gobierno y que celebra Roxana fue “el tema de excluir a una persona que tiene actitudes de juego compulsivo, excluirla por un día, un mes o hasta un año, y eso aplica para todas las plataformas legales y no sólo para Súper 7, por ejemplo”.

“Eso está bueno porque es como si siendo menor vas a un kiosco a comprar alcohol y no te venden, pero te vas al de la vuelta y sí lo hacen”, resalta quien reconoce que el juego de azar “existe desde siempre y no hay que demonizarlo o prohibirlo sino regularlo; Súper 7 quiere generar trabajo, crecer, pero no a costa de hacerle un daño a la sociedad, eso no le conviene a nadie”.

Una marca de juegos en línea y apuestas deportivas que aterrizó en la provincia y opera de forma legal es BetWarrior, empresa que se diferencia por ofrecer “una experiencia de juego innovadora y revolucionaria” y que tiene como premisa “apoyar al deporte nacional”, por ello son sponsor nacional de las selecciones argentinas de fútbol, de hockey femenino y masculino (Las Leonas y Los Leones) y de la Asociación Argentina de Tenis.

“Tenemos más de 300 mil eventos deportivos en vivo y más de 280 juegos de casino. Es un desafío que los clientes habituales del casino presencial prueben la nueva modalidad y elijan cada tanto entretenerse desde sus celulares”, explican desde BetWarrior que en los próximos días lanzará su aplicación móvil de Mendoza disponible para dispositivos IOS y Android.

En cuanto a la modalidad para generar confianza en el jugador, los responsables de este sitio argumentan: “Tenemos controles, cruzamos datos, tenemos prevención de juego compulsivo, tenemos alertas de comportamiento, pagamos en tiempo y forma, no engañamos, no dejamos que ingresen menores y pagamos impuestos que son importantes para el Estado. Distinto es jugar en un sitio ilegal que no tiene controles, que no se preocupa por los excesos ni por el ingreso de menores, que no paga impuestos y no sabés si va a pagar el premio”.

BetWarrior trabaja también para acabar con el juego virtual clandestino, a la par del resto de los juegos online legales del país que -a través de ALEA, que nuclea las loterías estatales- sólo entre julio y agosto han denunciado 695 perfiles en redes sociales y 595 fueron dados de baja; 223 cuentas de Mercado Pago; además de 66 sitios web aunque ninguno hasta hoy se le dado de baja.

“Los controles son fundamentales y necesitamos que el Estado los refuerce; estamos trabajando para que eso pase y hacemos denuncias todos los días, así como cuando salen notas en los medios promocionando casas de apuestas ilegales”, sostienen desde BetWarrior y aclaran que los sitios legales de juego en Argentina “son los que tienen dominio .bet.ar, el resto son ilegales”.

Foco en los padres y en la psicología adolescente

Desde organismos oficiales, tanto la DGE como la Justicia de Familia o el Instituto de Juegos y Casinos, aseguran no haber recibido hasta ahora denuncias, pedidos de auxilio ni llamados de atención acerca del acceso de menores de edad a los juegos de azar que se ofrecen en internet. No obstante, son conscientes de que esto ocurre –aunque no de forma generalizada- y que es una amenaza en un futuro inmediato.

“Siempre se nos adelanta un poco la realidad, entonces ese saber popular, digamos, que circula, todavía no llega como demanda”, reconoce la psicóloga Gabriela Álvarez, jefa del programa Juego Responsable del IPJyC del Gobierno de Mendoza.

“Juego Responsable nace a causa del juego clandestino, mucho antes del surgimiento del juego online, toda la promoción y prevención está abocada en las salas de juego físicas. De todas formas, en las plataformas online legalizadas sí se dan mecanismos de prevención y protección, además del contacto directo con el programa de Juego Responsable, pero todavía no hemos recibido una demanda de atención de parte de un adolescente o un adulto responsable del menor en riesgo”, admite la funcionaria.

En su rol como profesional, la psicóloga brinda una serie de sugerencias o recomendaciones para los papás y así evitar que ese menor que ingresa al juego de azar como una diversión más, mañana no termine padeciendo la ludopatía. “Es necesario estar atentos a las alertas, revisar el contexto, qué actividades tiene ese niño o adolescente además de la escuela, cuánto tiempo pasa solo o con adultos, y si está con adultos, qué hacen esos adultos porque estamos en una era de pantallas donde los adultos también pasamos mucho tiempo al teléfono”, describe Gabriela Álvarez. Y completa: “Hay conductas, sobre todo en la adolescencia, que se dan por arrastre, socialmente, si otros lo hacen por qué yo no, pero después se debe ver caso por caso, qué ocurre en el contexto familiar, social y económico de ese niño; y consultar a un profesional”.

Desde los órganos de fiscalización ven difícil terminar con el juego clandestino, debido a la dinámica del mercado virtual, no sólo en esta problemática sino en otras como la pornografía infantil. “Como equipo de salud mental, recibimos las consecuencias del impacto de estos delitos que también se dan en los consumos problemáticos, desde el alcohol hasta las drogas”, sostiene Álvarez y cierra: “Tenemos que estar todos atentos, los psicopedagogos en las escuelas, los profesionales de la salud mental, los papás, todos, porque estas cosas son alertas sociales”. Y brinda un teléfono de contacto con el programa que dirige, 4247536, como así también un Whatsapp: 2614722471.

Por su parte, Gastón Cottino es psicólogo y trabaja en el área infanto-juvenil provincial. Él nos define la ludopatía como “una compulsión a jugar que se desarrolla a partir del plus de excitación que produce el mismo juego mediante la apuesta y el efecto que provoca el azar en una persona”.

“El cálculo del azar, el placer, la frustración se van retroalimentando y generan una satisfacción muy fuerte; es muy importante poder ubicar que esa compulsión, en caso de ser disruptiva para la vida de alguien o sintomática, o sea que quede en la ruina económica o pierda demasiadas horas en el juego de azar, quiere decir algo que debe ser escuchado, no es solamente patológico”, explicita Cottino acerca de ese “sentido para la subjetividad de ese pibe o esa piba que está jugando, que lo hace a escondidas de sus padres pero que a su vez deja notar a través de las cuentas de las billeteras virtuales, por ejemplo, lo que está haciendo”.

Es que esos rastros del accionar que dejan los adolescentes, para el psicólogo cobran una dimensión particular “que se da también en otros síntomas de la adolescencia que lo hacen muy en relación a su familia, ya que es una etapa vulnerable para que una mera diversión en este caso se transforme en síntoma”. Esto es, atender esos “síntomas” como llamados de atención o alertas que deben despertar a los padres para que se preocupen y se ocupen.

“Ahí viene el punto donde la familia puede intentar abordar el problema, en principio escuchando al hijo o la hija, preguntándose por el asunto; luego evaluar si se trata de un exceso, de algo compulsivo o un secreto a voces en la familia para asumir ese malestar y resolverlo, tratarlo, revisando la dinámica familiar y, en todo caso, ponerlo al trabajo de una terapia, si es que la familia puede percibir el problema”, concluye el psicólogo Gastón Cottino.

Editó @_fonta [2]   www.zonadeazar.com [1]

 

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