Reino Unido.- 15 de Agosto de 2023 www.zonadeazar.com [1] Bacta, la asociación que representa a la industria británica del juego y las apuestas de bajo riesgo, se ha puesto en contacto con el gobierno del Reino Unido para expresar su preocupación por el trato injusto que reciben las empresas del sector por parte del sector bancario, que en algunos casos les retira las facilidades a menudo con poca antelación.
John White, CEO de bacta, declaró ante el Comité Selecto del Tesoro: “Queremos confirmar que a varios de nuestros miembros se les han retirado repentina e inesperadamente sus servicios bancarios. Las “razones” aducidas son que los bancos consideran que el juego, incluso las actividades con apuestas bajas y premios bajos como las nuestras, constituyen un riesgo de blanqueo de dinero, lo que no es más que absurdo. Además, nos han dicho que los bancos consideran que los juegos de azar suponen un riesgo para su reputación, lo que, dicen, ofende sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa”.
Y añadió: “Independientemente de la perspectiva moral de cualquiera sobre el juego, no debería haber ninguna circunstancia, salvo la ilegalidad, para que un banco no ofrezca servicios bancarios a ninguno de nuestros miembros.”
Confirmando la legitimidad del sector, escribió al Comité: “Es importante señalar que se trata de una industria muy regulada. Todos los operadores tienen que estar autorizados de alguna forma por la Comisión del Juego y los locales deben tener licencia. Las condiciones en las que los operadores llevan a cabo su actividad se establecen por ley o a través de las Condiciones de Licencia y Códigos de Práctica (LCCP) de la Comisión del Juego. Además, los miembros de bacta deben adherirse al Código de Conducta y a la Carta de Responsabilidad Social de la asociación, que va más allá de la ley y de los LCCP en la promoción de altos estándares operativos”.
La decisión de denegar los servicios bancarios tendrá importantes consecuencias para una empresa. Señaló: “El tiempo y el coste de encontrar otro banco son significativos. La posición deudora de los clientes puede verse gravemente afectada y las facilidades crediticias no pueden reproducirse sin más”.
“Parece que se está emitiendo un juicio moral o político sobre una empresa, con poca o ninguna transparencia real u oportunidad de impugnar una decisión. Las pequeñas y medianas empresas no tienen recursos para enfrentarse a un gran banco”.
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