Venezuela.- 16 de Diciembre de 2022 www.zonadeazar.com [1] Coches usados, comida y efectivo se ofrecen como premios en los barrios pobres.
Con una dolarización informal y la flexibilización de los controles, la economía venezolana tiene un respiro después de años de recesión e hiperinflación que pulverizaron el poder adquisitivo.
Con esos cambios, reaparecieron las loterías, que reparten premios de hasta US$500.000, mientras que muchos comercios comenzaron a rifar también autos y motos.
“El barco, el ajo, la escoba”, retumba un parlante en una calle de un barrio en Ciudad Guayana, Venezuela. Un bingo organizado por la misma comunidad rifaba para esa noche un auto usado, un Mitsubishi 2007, nada despreciable en un país en el que comprar un vehículo, así sea usado, es una quimera para la mayoría.
Con la figurita del “cacao”, la ganadora llenó su cartón, que sacudía mientras corría para que lo validaran, perpleja y casi muda. “Casi le da una vaina de la emoción. Sentía que el corazón se le iba a salir”, relató la hermana de la ganadora, quien fue la que cantó “¡bingo!”
Comprar un carro nuevo en Venezuela es una cosa de élites por la falta de crédito y una reducida oferta, prácticamente limitada a modelos de alta gama.
Y los autos usados son inaccesibles para los habitantes de las zonas humildes, como Moya en Guayana. Los premios varían: desde vehículos y dinero en efectivo, hasta cestas de comida u otros artículos de poco valor. El Mitsubishi 2007 tenía un valor de US$2 mil.
Edito: @_fonta [2] www.zonadeazar.com [3]