Estados Unidos.- 05 de Junio de 2023 www.zonadeazar.com [1] A medida que los Denver Nuggets y el Miami Heat se enfrentan en las Finales de la NBA, los estadounidenses apostarán decenas de millones de dólares en el resultado. La Corte Suprema de los Estados Unidos hizo posible esta apuesta en 2018 cuando revocó la prohibición federal de las apuestas deportivas.
Y una nueva investigación realizada por la American Gaming Association muestra que la abrumadora mayoría de los adultos estadounidenses (85%) considera que la corte tomó la decisión correcta al permitir que los estados decidan si legalizar las apuestas deportivas.
La aceptación pública de las apuestas deportivas ha llamado la atención de los medios de comunicación sobre el juego problemático y cómo apostar de manera responsable. Esta discusión es importante y es bienvenida por la industria del juego.
Incluso antes de la decisión de la Corte Suprema, las apuestas deportivas ilegales representaban un mercado anual de $150 mil millones. Desde la decisión de la corte, 37 estados y Washington, D.C., han concluido que las apuestas deportivas legales y reguladas son mejores que los mercados ilegales que siempre han existido. Sin embargo, la rápida expansión de las apuestas deportivas ha llevado a algunos a afirmar que la decisión de la corte está alimentando un aumento en el juego problemático.
¿Realmente alguien cree que el juego problemático no existía antes de 2018, cuando las apuestas deportivas ilegales representaban un mercado anual de $150 mil millones?
El juego deportivo ilegal no genera ningún dinero para apoyar programas de juego problemático. Hoy en día, casi cada dólar que los estados destinan a servicios de juego problemático, $94 millones solo en 2021, proviene de impuestos de los casinos, incluidos los ingresos en aumento de las apuestas deportivas.
En parte, esto se debe a que a medida que las apuestas legales crecen, el mercado ilegal se reduce, pasando de $150 mil millones a aproximadamente $64 mil millones el año pasado. En 2019, menos de la mitad de las apuestas en línea se realizaban de manera legal; hoy, más de 3 de cada 4 ocurren en mercados legales y regulados. Los crecientes ingresos fiscales para los servicios de apoyo y la migración de jugadores a la protección del mercado legal están promoviendo el juego responsable. Pero siempre podemos hacer más.
En primer lugar, los estados deben destinar fondos para promover la educación sobre el juego responsable y los servicios de juego problemático, en lugar de desviarlos para uso general. Esto incluye financiamiento para educación proactiva al consumidor, investigación y tratamiento del juego problemático, aprovechando las inversiones de nuestra industria en herramientas y educación sobre el juego responsable.
El dinero está ahí. Las apuestas deportivas han generado $3 mil millones en impuestos para los gobiernos estatales desde 2018. Sin embargo, algunas jurisdicciones están desviando los recursos destinados a combatir el juego problemático. Por ejemplo, en Washington, D.C., el concejo de la ciudad aprobó el plan presupuestario del alcalde para 2024 que no aprovecha los fondos recaudados para el juego problemático.
La publicidad que promueve el juego está prohibida en los campus universitarios.
En segundo lugar, todas las partes
interesadas deben evolucionar y adaptarse a un mercado en rápido crecimiento. A medida que surgen preocupaciones sobre la publicidad, la American Gaming Association ha fortalecido nuestro Código de Marketing Responsable para las Apuestas Deportivas.
Además de prohibir la publicidad en los campus universitarios, el código ahora prohíbe las asociaciones universitarias que promueven las apuestas deportivas, impide que los operadores anuncien apuestas “sin riesgo” y prohíbe los acuerdos de nombres, imágenes y semejanzas con atletas universitarios.
Todos los miembros de la AGA se comprometen a cumplir con el código, y creemos que todas las empresas que operan en los Estados Unidos deberían cumplir con el alto estándar que establece.
La publicidad es una de las cinco principales razones por las que los apostadores se pasan al mercado legal y crea conciencia sobre los recursos para el juego problemático.
En tercer lugar, los estados deben garantizar que la ayuda sea de fácil acceso. Las líneas directas para el juego problemático son un recurso vital para los fanáticos que necesitan ayuda. Pero las listas de líneas directas específicas de cada estado, presentadas en letra pequeña al final de un anuncio de televisión, son una barrera para las personas que buscan asistencia.
Los reguladores estatales y los responsables de la formulación de políticas deberían permitir que los anunciantes promocionen una línea directa nacional única. Además, cualquier persona que busque ayuda a través de este recurso nacional debería recibir atención consistente y de calidad en todo momento. A medida que las apuestas deportivas se expanden, los informes de noticias señalan un aumento en las llamadas a las líneas directas como evidencia de que el juego problemático está en aumento.
Pero esa no es toda la historia. En Pensilvania, por ejemplo, el 80% de las llamadas a la línea directa no tenían nada que ver con personas que buscaban ayuda para el juego problemático. El Consejo de Juego Problemático de Virginia informó lo mismo para el 87% de sus llamadas. Y los expertos dicen que un aumento en las llamadas puede indicar en realidad una mayor conciencia de que la ayuda está disponible, un imperativo compartido para cualquier persona involucrada en las apuestas deportivas legales.
Las apuestas deportivas legales están creando consumidores más informados, generando una mayor conciencia sobre los recursos para el juego problemático y respaldando servicios públicos esenciales. Y el crecimiento de las apuestas deportivas está generando una conversación nacional sobre la mejor manera de ayudar a aquellos que luchan con el juego problemático.
Los recursos para el juego problemático nunca han estado mejor financiados y promocionados que en la actualidad. Y eso es evidencia de que los estados que han adoptado las apuestas deportivas legales tomaron la decisión correcta.
Bill Miller es el presidente y CEO de la American Gaming Association.
Fuente [2].
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