Zona de Azar Brasil – Dom Odilo Pedro Scherer, Cardenal Brasileño, Escribe sobre Apuestas Deportivas
Brasil.- March 13, 2024 www.zonadeazar.com El sábado pasado, Dom Odilo Pedro Scherer, cardenal brasileño y actual Gran Canciller de la PUC-SP, publicó un artículo en Estadão sobre el sector de las apuestas.
A pesar de los desacuerdos sobre el tema, llama la atención que la legislación reciente asigna una fracción de las ganancias al Estado, con el potencial de crear empleos.
La ley también obliga a los operadores de apuestas online a promover prácticas de juego responsables, restringiendo el acceso a los adultos y contribuyendo a iniciativas de prevención de la adicción al juego. Antes de la regulación de diciembre de 2018, los ciudadanos brasileños ya participaban legalmente en varias loterías.
Una Apuesta Peligrosa
El proyecto de ley 442/1991, que discute la legalización del juego en Brasil, está pendiente en el Congreso Nacional desde hace más de tres décadas.
Después de varios intentos fallidos, el proyecto cobró nuevo impulso y fue aprobado por la Cámara de Diputados, ahora a la espera de deliberación en el Senado.
Al parecer, la necesidad de aumentar los ingresos fiscales ha impulsado el debate, con argumentos de que la legalización podría ayudar al gobierno a alcanzar sus objetivos financieros.
Los defensores de la legalización citan la libertad individual, argumentando que el Estado no debería prohibir prácticas que deberían ser una elección personal.
Sin embargo, este punto de vista ignora que la adicción a los juegos puede conducir a un comportamiento compulsivo y una adicción destructiva, conocida como ludopatía. Esta afección es difícil de tratar y, a menudo, tiene graves consecuencias económicas y sociales, incluido el suicidio.
También existe el argumento de que la legalización podría impulsar el turismo, citando ejemplos de destinos famosos por sus casinos. Sin embargo, es poco probable que esto se aplique a Brasil, donde el turismo no depende del juego y el país ya cuenta con numerosos atractivos naturales y culturales.
Otra cuestión que se plantea es la existencia de juegos de azar ilegales y la consiguiente falta de ingresos fiscales. Pero incluso con la legalización, no hay garantía de que se eliminen las actividades ilegales y el lavado de dinero, ya que el sector está controlado por organizaciones criminales que se resistirían a la pérdida de sus ganancias ilícitas.
Legalizar el juego puede parecer una solución a una práctica incontrolable, pero ello no justifica la legalización de una actividad intrínsecamente nociva y causante de un grave daño social. El Estado tendría que invertir significativamente en seguridad y supervisión para controlar los delitos asociados al juego.
Si bien la legalización podría crear empleos y generar impuestos, también amenazaría otras actividades económicas y podría provocar quiebras personales y comerciales debido a la adicción al juego. Además, el mercado del juego legal ya estaría dominado por entidades establecidas, lo que limitaría las oportunidades para nuevos empresarios.
No se puede ignorar el riesgo de un aumento de la delincuencia organizada, el blanqueo de dinero y otros delitos conexos. La ludopatía afecta no sólo a los jugadores, sino también a sus familias y comunidades.
La legalización del juego puede ser rentable para la industria, pero impone costos significativos a la sociedad, que tendrá que lidiar con las consecuencias de quienes pierden no solo dinero y activos, sino también su salud mental y su posición social productiva. Es importante reconocer que el Estado y la sociedad tendrán que soportar las consecuencias de los muchos que resultarán perjudicados.
Honestamente, ¿cuáles serían los beneficios para Brasil y los brasileños con la legalización de una adicción psicológica y moral que puede destruir vidas y causar sufrimiento? ¿No son ya suficientes los daños causados por el abuso de drogas?
¿Quién se beneficia de la legalización del juego y quién espera beneficiarse de ella? A pesar de las posibles ventajas fiscales, es crucial considerar las desventajas que la legalización puede traer al gobierno y a la sociedad. En lugar de legalizar, es mejor prevenir y combatir estos problemas.
Editó @_fonta www.zonadeazar.com