Zona de Azar Brasil – Brasil: ¿Tiene Algún Sentido la Histeria Colectiva Contra las Apuestas?

Brasil – 15 de octubre de 2024 www.zonadeazar.com Legalizadas en diciembre de 2018, las empresas de apuestas online (apuestas deportivas y juegos de casino online) han sufrido un ataque colectivo intenso en los últimos meses. Coincidentemente, este movimiento ocurre en la etapa final de implementación del marco regulatorio del sector.

Desde el 1 de octubre, solo las empresas que hayan solicitado una licencia ante el Ministerio de Hacienda están autorizadas a operar hasta fin de año. A partir del 1 de enero de 2025, solo podrán operar y hacer publicidad en todo el territorio nacional las casas de apuestas debidamente autorizadas por el gobierno federal.

En relación con este tema, el artículo de opinión “¿Tiene algún sentido la histeria colectiva contra las apuestas?” fue escrito por el periodista Fernando Mello y publicado en el portal Poder360 el pasado domingo (13).

Experto en gestión de crisis e industria deportiva y vicepresidente de la Federación Paulista de Fútbol, Mello aborda la ‘crisis sectorial de imagen’ y plantea preguntas relevantes.

Lee el artículo de Fernando Mello sobre la histeria contra el sector de apuestas online:

“Brasil es realmente un país curioso. Justo cuando se está regulando y buscando controlar rigurosamente lo que ha existido en el país sin supervisión durante casi una década, las apuestas se han convertido de la noche a la mañana en las mayores villanas de la salud y la economía de los brasileños.

Mientras esta actividad multimillonaria operaba en las sombras, con sedes en paraísos fiscales debido a la prohibición de establecerse aquí, palabras como ludopatía o adicción a las apuestas no aparecían en la prensa. Como no era un tema de gobierno, el problema se escondía bajo la alfombra, como si simplemente no existiera, sin generar un solo centavo en impuestos.

Bastó que el gobierno fijara reglas claras, en un trabajo minucioso y competente liderado por el abogado José Francisco Manssur en el Ministerio de Hacienda, para que los medios ‘descubrieran’ que los juegos deportivos o de azar pueden ser adictivos.

Es el típico caso de descubrimiento selectivo que periódicamente afecta a los medios de comunicación. Durante al menos siete años, las apuestas invadieron la TV, las radios y los periódicos sin cuestionamientos. Se pueden contar con los dedos los periodistas que se pronunciaron en contra de las apuestas.

Antes de que la opinión pública organizara una arremetida generalizada, Lula estaba atento al potencial de recaudar R$ 3 mil millones. Ahora, el ministro Fernando Haddad y el propio presidente dicen que existe una epidemia de adictos a las apuestas y muestran preocupación por algo que es un problema mundial.

Aquí van algunas preguntas importantes:

• ¿El gobierno solo se dio cuenta de la ludopatía ahora?
• ¿No es también la prensa responsable del aumento en el número de adictos debido a la sobreexposición de las apuestas?
• ¿Cuál será el primer medio de comunicación en hacer un mea culpa?

La hipocresía es tal que, todos los días, se pueden encontrar reportajes en grandes portales señalando los problemas de las casas de apuestas junto a anuncios de esas mismas casas.

Según un estudio del periódico Estado de S. Paulo publicado en marzo de 2023 y replicado en un reciente estudio del banco Itaú, las casas de apuestas inyectaron R$ 3.5 mil millones en el fútbol brasileño. Como el estudio es anterior a la entrada (y salida) de Vai de Bet en el Corinthians, lo que tuvo un efecto inflacionario en cascada en la publicidad de clubes, los números en 2024 deben superar los R$ 4 mil millones.

El primer patrocinio relevante del sector en el fútbol brasileño fue en el lejano diciembre de 2018 con el Fortaleza. Sin que el gobierno de Jair Bolsonaro (PL) actuara para crear reglas claras, las apuestas se convirtieron en la principal fuente de patrocinio de la mayor pasión brasileña.

De los 40 clubes de la Serie A y B del Campeonato Brasileño, solo Palmeiras y Cuiabá no tienen estampado el logotipo de una empresa de apuestas. Sin embargo, en el fútbol femenino, Palmeiras ya se ha adherido. Los dos principales campeonatos de la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) tienen a Betano como titular de los naming rights.

Las inversiones en medios de comunicación también alcanzaron cifras multimillonarias. Según Ibope Monitor, las cadenas de TV abierta concentraron el 44% del gasto publicitario de las apuestas, con R$ 921.188 millones. El gasto total en medios superó los R$ 2.071 millones en 2023, cifra que sin duda aumentará en 2024.

Una crisis sectorial de imagen, como sabemos, no ocurre por casualidad. Hay enormes intereses de bancos, minoristas y otras industrias que buscan frenar el consumo de los brasileños en las apuestas deportivas. Solo hay una olla de dinero. Cuanto más crezca un sector, menos quedará para los otros.

Está claro que las empresas de apuestas deben revisar algunos conceptos y trabajar efectivamente para combatir la adicción. Hoy en día, la tecnología permite rastrear cuentas y cruzar datos. No parece razonable que beneficiarios del Bolsa Familia utilicen fondos públicos para apostar o que personas endeudadas vean en la ilusión del dinero fácil una forma de solucionar sus problemas. Las apuestas deportivas son entretenimiento, no un medio para hacerse rico.

Como toda crisis, la crisis de las apuestas tiene fecha de caducidad. Eventualmente, el tema se cansa. Las empresas que efectivamente apoyan el juego responsable, excluyen a los vulnerables de sus plataformas y adoptan reglas estrictas de cumplimiento y seguridad, sobrevivirán.

En el pasado, los enemigos de la sociedad eran los cigarrillos, la cerveza, los bancos y las constructoras. El tabaco aún mata. El alcohol sigue destruyendo familias y generando violencia. Las tasas de interés continúan enriqueciendo a los banqueros a costa de millones de empobrecidos. Nadie en su sano juicio puede decir que la corrupción en las obras públicas ha desaparecido. Lo único que ha cambiado es el celo de la opinión pública por destruir al villano del momento. La histeria pronto terminará.”

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Editado por: @_fonta
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